Juventud en éxtasis. María Daniela en lycra.

Juventud en éxtasis supone el esperado regreso de una de mis bandas electro preferidas con el mismo estilo desenfadado y saltarín que caracterizaba a su primer disco, de nuevo celebrando la vida de discoteca, las aventurillas nocturnas y los desamores de barra, pista y sucedáneos. La fiesta concebida como escape para exorcizar penillas, la ropa vista como arma para proyectarse más allá de lo mundano, los ritmos juguetones planteados como disfraz de la desorientación.

Todavía dotados de cierto halo de descubrimiento y misterio en países como el nuestro, donde su propuesta aún no ha calado como se merece, siguen sonando a primicia a pesar de su evolución sonora. Sinceramente, me parecen mucho más exportables que Belanova o Miranda! y pocos parecen otorgarles un espacio en las cabinas, las ondas o las televisiones.

El diseño de portada sigue jugando con los tonos rosas, plata y negro, pero ahora en lugar de ver un rascacielos de barrio vemos a María Daniela vestida para matar, explotando por primera vez cierta carga de iconografía sexual que sorprende. El neón rosa lo semioculta todo, la portada, la contraportada y el disco en sí. Esperemos que se edite en España.

El título proviene de un libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, al parecer ensayo sociológico-novela sobre la elección de pareja y el estado de la juventud actual. Ellos lo transforman en una conversación más frívola, pero más directa y masticable.

Como en el disco anterior, la mejor canción es una versión, esta vez de Click con su canción del 87 llamada Duri-Duri (a bailar). María Daniela la vuelve mucho más viva y en directo la borda.

El único defecto que le puedo poner a este disco tras una primera escucha rápida (sí, se puede conseguir por la red, buscad, buscad, malditos) es que quizá le falte un trallazo ademñas del Duri Duri. Espero equivocarme porque me encantan.