lunes, septiembre 01, 2008
Jazz...taquí Septiembre
Al final de las vacaciones de verano, una vez habituado a esa dulce sensación de frívolo descanso que casi llega a convertirse en un veneno adictivo, irrumpe septiembre y me deja desganado y nostálgico. Nostálgico incluso de lo que pasó ayer, sediento de un verano finalmente fugaz, demasiado reciente. De ser posible continuaría eternamente dejándome mecer por esa cálida mezcla de piscinas, olas, arena, sol, libros, visitas, fiestas y cenas; me dejaría vivir sin mirar el reloj hasta que me convenciese de que el tiempo en realidad no existe.
El verano empieza por cautivarte con la promesa del descanso, a veces te asusta por sus recovecos de inesperado vacío, susurra casi siempre sensual en noches infinitas que se convierten poco a poco en breves mañanas .
Adicto a su luminosidad, vencido por su frescura, me declaro en huelga. Si el hombre ha de ganarse el pan con el sudor de su frente, que sea en una playa.
Como estoy así, de regla, me voy a autocompadecer un poco viendo a la diosa de la nostalgia. Astrud Gilberto, con su bossa-nova medio pop medio jazz, suave y atmosférica como el cielo que sobrevive a una tormenta.
Snif.
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