Rescato uno de los pocos momentos hilarantes de Los Abrazos Rotos, de un Pedro Almodóvar demasiado introspectivo. Ahora que en los cines aún resuenan los éxitos de Ágora y Celda 211, donde una no tan nueva generación de cineastas ha encontrado fórmulas para atraer al público a las salas, me parece un buen momento para reivindicar a Almodóvar. ¿Será capaz de volver a escribir comedia?
Lola Dueñas merece una mención especial por ese cameo inenarrable.
1 comentario:
Como no he visto la peli, me resulta algo surrealista este fragmento. Lola Dueñas me gusta, transmite muchísimo...algo que Pe, como que no.
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