Fantástico libro el que he terminado hace poco: Windows on the World. El autor, Frédéric Beigbeder, conocido comentarista pseudointelectual (o intelectual pop) de Canal Plus en Francia, ex-publicista y vividor, reflexiona de manera a veces tierna, a veces despiadada, sobre la sociedad más actual, sus carencias, contradicciones, y vértigos dentro de un contexto muy concreto: el 11-S.
Lamento haberme desconectado del mundo cultural francófono, pues obras como ésta reflejan que el sensacionalismo no tiene por qué ser siempre televisivamente nauseabundo. La narración, directa y lúcida, traza dos historias temáticamente paralelas: una, la de un personaje de ficción en lo alto de una de las torres gemelas el 11-S, y otra, la del autor en lo alto de la Torre Montparnasse de París unos meses después.
Lo más llamativo de este libro es que por primera vez asistimos a una narración realista -aunque en parte ficcional- de lo que les ocurrió dentro de las torres a todos aquellos que no sobrevivieron al ataque. Desde Norteamérica nadie ha escrito un libro o hecho una película sobre cómo pudieron ser los últimos minutos de aquella gente, y el autor, en un arranque de valentía, desgrana toda la desesperación e incredulidad de aquellas personas, su lucha por la supervivencia, sus mecanismos de defensa y la interacción que se da entre ellos. Las fuentes del escritor son diversos artículos de prensa y testimonios de supervivientes, que se mezclan y entrecruzan para crear una ficción por momentos poco fidedigna a los hechos pero probablemente muy ajustada a las emociones.
Como en su novela anterior 13,99 euros (luego rebautizada 9,99 euros) la voz autorial es potente y tiñe completamente la de los personajes. Transmite por un lado ironía ante lo ocurrido, detallismo en la descripción de la cultura de masas y su evolución desde los años 70, momentos de violencia o sexo extremos , desesperación ante la inminencia de la muerte y detalles de poesía momentánea. Se articula la narración en capítulos cortos minutados desde el ataque del primer avión hasta la caída de la última torre.
Un producto, en definitiva, híbrido que se mueve entre la novela violenta (en homenaje a Easton Ellis), la reflexión nihilista (Houllebecq), el comentario cultural, el morbo desatado y la catarsis. Me parece tan recomendable como 13,99 euros, aunque si hay que sacarle defectos, diría que quizá la segunda parte del libro sea ligeramente inferior a la primera por lo repetitivo de la fórmula. Además, la voz narrativa difiere poco de la utilizada en la novela anterior, transmitiendo al final cierto cansancio al lector.
Estoy deseando hacerme con El amor dura tres años o El romántico egoísta, su última propuesta. Os dejo un vínculo con una entrevista a super-Frédéric. Está en francés, espero que lo habléis.
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