A cualquier otra parte / Dorian

Cuando tienes dudas sobre cuál es tu lugar en el mundo, esta canción parece tranmitir a la perfección esa sensación difícil de explicar con palabras. Funciona para escuchar de día, de noche, con el I-Pod mientras paseas, en una discoteca, sólo o acompañado. Hace ya tiempo que salió, pero sigue tan fresca como el primer día, especialmente en el remix que Cycle hizo de la misma y que desafortunadamente no está colgado en youtube.

Nos conformaremos con la versión original, que no llega tanto pero puede servir de comodín. Interesantes los Dorian si siguen por ese camino electro-indie y consiguen hacer otro himno como éste, entre desencantado y soñador. Perfecto para una resaca anticipada, resaca de cualquier cosa, de demasiadas fiestas, compras y estímulos.

Super-recalificaste (Los Morancos)

Una de las mejores parodias de Los Morancos, con ese pseudo-homenaje al baile de Kika (Almodóvar) en Yeserías protagonizado por Marisol Yagüe e Isabel García Marcos, las Chaneles, en pleno ataque de nervios. Calidad del vídeo ínfima, una vergüenza que esto no exista en DVD. Es mucho mejor que cualquier entrevista en prime-time al Julián Muñoz...

Mírala, la hortera de Mila...

Está con aires de señora estupenda y guerrera, como muy sobrada, que me gusta, que paressse que se lo come tó y que no le tiene miedo a ná la Milá. Encarnando a la trasnochada España de las autonomías con sus imposibles estilismos semanales (esos trajes que parecen pintados con rotulador), ella los defiende con una gracia que antes no tenía. Sigue siendo prepotente e incisiva, polémica y torbellino, pero adentrándose peligrosamente en el terreno del histrionismo.

A base de ponerse agresiva en "Diario de" o "Gran Hermano" para conseguir audiencia a mansalva, ha perdido credibilidad en otros registros y se ha encasillado en programas espectáculo de corte más bien sensacionalista, lo cual no es bueno ni malo, pero te expones a cosas como ésta de tanto decir por esa boquita...


Milá, nos gustas, pero nena, deja Tele CiRco.

¿Realmente necesitabas a Rupert?

Robert Pattison ha dado un cambio radical de imagen al cortar su icónica semimelena desordenada para convertirla en un convencional rape de chico sanote que podría anunciar Corn Flakes. Después de protagonizar ese engendrillo llamado Crepúsculo y de empezar a crear cierto halo alrededor suyo de "nuevo Johnny Depp", con esa pose de chico pálido, oscuro y atormentado, esta decisión sorprende. ¿Acaso piensa seguir los pasos de Madonna y ofrecernos una imagen diferente cada año que pasa? ¿Quizá quiera que se le vea como un actor versátil? ¿O acaso solamente tenía piojos?

No recuerdo tal revuelo capilar desde la aparición en los Grammy de una desconocida Sinead O'Connor rapada hasta el cerebelo mientras cantaba su primer éxito Mandinka. O como cuando Britney se rapó al cero con ¿era una segadora? El asunto es portada de People, USMAgazine y PérezHilton, señor, señor...

MGMT / Kids

Suena como a Metro Goldwyn Mayer, pero en realidad es una abreviatura de su anterior nombre "The Management". Este Kids, del que al parecer sólo existe este vídeo no oficial del que sorprende su apabullante número de visitas, me tiene absolutamente sorbido los sesos. MGMT.

Rachel Getting Married

Tras una etapa poco inspirada, Jonathan Demme vuelve a dar en el clavo con lo que yo definiría como una película de madurez, basada en un sólido guión y con una puesta en escena original y efectiva que se aleja bastante de la narrativa cinematográfica más convencional para poner de relieve las emociones de los personajes sobre cualquier otro factor.

Como en cualquier película coral, resulta algo difícil ubicarse al principio, ya que todos los personajes se nos presentan casi al mismo tiempo en los preámbulos de una boda inminente que se celebrará en la casa familiar. Poco a poco, salen a relucir las miserias y las grandezas de cada uno de ellos, con sus envidias, zozobras, esperanzas y sueños por cumplir. De hecho, una reunión familiar de este tipo en una familia claramente desestructurada sirve como catalizador para que el espectador conozca poco a poco una inmensa red de conflictos falsamente silenciados, que se van haciendo cada vez más presentes a lo largo de la narración, hasta convertirse en el motor de la misma.

Los movimientos de cámara en mano, combinados con escenas grupales de duración excepcional y una selección musical muy original y apropiada, van construyendo un crescendo dramático de una intensidad inusual que deriva finalmente hacia una especie de catarsis colectiva que sería imposible sin el buen hacer de los actores y actrices, especialmente Rosemary Dewitt (desconocida hasta hace poco) y Anne Hathaway (que se aleja de sus cómodos personajes de comedia facilona).

Injustamente tratada por la taquilla, Rachel getting married ha sido para mí lo más destacado del año en cine, demostrando que Jonathan Demme es capaz de recuperar su buen pulso dramático y que rompiendo los convencionalismos (usando otros quizá procedentes del Dogma con buen tino) acierta de pleno.

Simply Halston

Halston fue el diseñador por excelencia de los 70, empezó diseñando sombreros para Jackie Kennedy y poco a poco fue extendiendo su influencia en otras áreas hasta hacerse con el cetro del diseño americano. Antes que Ralph Lauren, Calvin Klein o Donna Karan supo responder a las necesidades de la sociedad setentera y marcar la pauta en cuanto a estilo del todo Hollywood. Tanto es así que hoy en día muchas actrices siguen rescatando modelos vintage de Halston para la gala de los Oscars, sin ir más lejos.

Sin embargo, y a pesar de contar con un reducido grupo de clientas importantes muy fieles llamadas Halsonettes (entre las que estaban Babe Pailey, Betty Ford o Liza Minelli) que marcaban la pauta, en los 80 su estrella comenzó a declinar -en parte por sus abusos con las drogas, que le provocaban retrasos constantes y una cierta falta de inspiración- hasta desaparecer por completo de la moda a finales de la década. De hecho, se vio obligado a vender su nombre a la compañía que él mismo había creado para posteriormente ver cómo su nombre se adjuntaba a prendas no diseñadas por él que se vendían al por mayor en cualquier tienducha de la América profunda.

Una historia con un final triste, pero con un comienzo muy brillante, de alguien que tocó el cielo con los dedos pero no supo adaptarse a los cambios con la celeridad que se le presupone a un creador de tendencias. Ahora mismo se prepara una película basada en su biografía - Simply Halston - que promete recuperar a alguien injustamente olvidado por el paso del tiempo.

Cool as Ice - 52nd street

What a wonderful weather we're having these days! The coldest winter I -or anyone else- can remember. In fact, they say it's the coldest in like 60 years... which is serious. Anyway, rainy weather makes you stay at home more and you feel cozy and prone to be caressed and even for a sec you feel something similar to an urge to actually COOK (believe it or not) while listening to Doris Day or Whitney Houston, but then, the next minute, once you're wearing your apron and ready for the fight with the flour and the eggs, you suddenly just need to throw all that stuff away, put on some tight T-shirt, wear your trekking boots and most flamboyant coat and move your butt to the nearest club. Because your butt is worth it, so f*** the weather.
Listen to this long-forgotten jewel by the controversial group of musicians called 52nd Street, with their jazz-funk remixed by Jellybean Benitez, a classic.

Everybody, happy birthday!

Nadie lo ha cantado mejor. Marilyn, probablemente en barrena personal, hizo un alto en su inestable discurrir vital de cancelaciones, retrasos, somníferos y manicuras para aparecer (con retraso) en el cumpleaños del presidente JFK hecha un precioso regalo. Algo titubeante, oculta bajo un largo y espeso abrigo, sale al escenario para brillar con luz propia mientras entona el happy birthday con una cadencia única que suena a despedida de amantes.

Espontánea, probablemente algo drogada, inocentemente erótica, se despedía así de su amante ante los ojos incrédulos de los americanos. Marilyn, aun titubeante, literalmente brilla ante las cámaras y se convierte de nuevo en ese icono irrepetible que casi siempre fue, eclipsando a la glamourosa pero fría Jackie O.