martes, octubre 31, 2006

The worst taste in music

El título de este post no es una falsa autocrítica, sino como podéis suponer, el título de una canción, que pertenece al segundo disco de los suecos The Radio Dept, Pet Grief. Como ya ha reflexionado más de un blogero, parece que Suecia se ha convertido en una fuente inagotable de grupos pop. Y hace unas pocas semanas añadí un nombre más a mi lista de grupos del momento.

Este trío (actualmente) presentan una propuesta musical que se puede catalogar como indie pop electrónico. Construyen sencillas canciones pop sobre la base de una melodía acústica, vestida con evocadoras atmósferas electrónicas. La producción electrónica se estructura con diferentes capas, y en ocasiones se convierte en protagonista de las canciones, ensombreciendo los melancólicos susurros de su vocalista, Johan Ducanson. Su sonido me recuerda al de Lali Puna o al de unos Telefon Tel Aviv en un acercamiento hacia un sonido más acústico.

El disco se compone de un total de 12 canciones, de las que no se podría prescindir de ninguna. No obstante, tengo algunas favoritas, como la que me los descubrió, The worst taste in music, la que da título al album, Pet Grief, y otras como Every Time, What Will Give y Tell. El disco en conjunto es homogéneo, pero no aburre en absoluto y aguanta más de una escucha seguida. No es un disco para la pista de baile, pero contagia de sano optimismo.

Este suecos, con la pinta de frikis que tienen en la foto, pronto estarán en concierto en España, pues formarán parte del cartel de la 8ª edición del festival Tanned Tin, que tendrá lugar los próximos 9, 10 y 11 de noviembre en Castellón.

En la web de Labrador, su sello discográfico, se anuncia la salida de un nuevo single disponible únicamente en formato mp3, We Made The Team, que se puede escuchar en su página de myspace. También se anuncia que este otoño iniciarán la grabación de su tercer disco, en Berlin y en otras ciudades sudamericanas, como Lima o Sao Paulo. Pues sí que van lejos estos chicos a grabar.

domingo, octubre 22, 2006

Todos somos la Juani


Con lo poco que llevo escribiendo este blog, ya estoy un poco cansado, así que me he buscado un "negro" que escriba por mí. Al menos soy sincero, porque podría decir como la Anarosa que he tenido problemas informáticos, y no sabía muy bien lo que hacía al teclear Ctrl+c y Ctrl+v. En fin, que lo siguiente no es de mi puño y letra, sino que un buen amigo mejora con su genio y estilo todo lo que he escrito hasta ahora. Ahí va, espero que Marcos nos convezca de que todos somos la Juani.

"Yo soy la Juani, una película sorprendente

Acabo de ver la última de Bigas Luna. Siempre he sido fan de Bigas, reconociendo que en ocasiones no le salen películas buenas (Son de Mar, por ejemplo), y que incluso en las buenas tiene lagunas a veces. Pero construye un mundo personal, rico, estéticamente coherente, cuidado, y tiene una visión única, muy genuina.

Como casi siempre, la peli está muy trabajada visualmente, mantiene una coherencia estética importante: centros comerciales, ropa de Mango, maquillajes rosa puñeta, mucha laca, coches tuneados, videoclip, trenes de cercanías e infraviviendas superpuestas con sms. Los ambientes están recreados con maestría, así como la música y la ambientación, ajustadas a lo que se cuenta.

Los actores de nuevo vuelve a dirigirlos con buena mano y consigue muy buenos resultados de la prota y su amiga La Vane, así como de su familia, y en menor medida de su novio el Jonah, un Dani Martín un poco monoregistro. Suenan sinceros, miran muy bien, destilan rollo poligonero. A veces la Juani parece una especie de Belén Esteban en proyecto, pero también lo son las adolescentes de hoy en día. Ya ninguna quiere ser la princesa Leticia. En ese sentido creo que se plasma muy bien el ambiente pandillero, botellonero y tuneador general, entre horterilla yauténtico, pegado a la calle.

La historia me recordó un poco a Jamón, Jamón (yo la peli la habría llamada Hormigón, Hormigón) y quizá la noté algo insulsa hacia la mitad. Aparentemente, no pasa gran cosa en toda la historia y sin embargo todo lo que ocurre es reconocible, cercano, nunca suena falso o impostado. Es como una bofetada de realidad constante. Y es que la todos llevamos una Juani dentro. O al lado.

Viva Bigas por estar al día, hacer una película joven y arriesgada. Sólo le recomendaría la próxima vez que construya un guión un poco más sólido porque es lo único que le falta para que sea redonda. "

domingo, octubre 08, 2006

Nueve vidas



Hace ya un par de semanas que vi la película y me quedé con ganas de comentarla, pero últimamente me puede la pereza, y me cuesta mucho escribir en el blog. En cualquier caso, la película se merece que dedique algo de mi tiempo en comentarla.

Tengo la buena o mala costumbre de solicitar entradas para cada preestreno que organiza Radio 3, sin tener a priori demasiada información de la película. Doy por hecho que la película será buena y, si no lo es, pues tampoco tengo mucho de lo que quejarme. En este caso, aunque desconocía por completo la cinta, las referencias eran más que buenas. La película la dirige Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez, y aunque esto no asegura nada, también está en su curriculum el haber dirigido varios capítulos de A dos metros bajo tierra y Los Soprano. Por otro lado, el productor es Alejandro González Iñárritu, autor de dos de mis películas favoritas, Amores Perros y 21 gramos.

No había visto su anterior film, Cosas que diría con sólo mirarla, y para los que la vieron en su día, Nueve vidas, no guarda muchas sorpresas. Después de ver Cosas..., comprobé que el punto de partida es el mismo. Historias de mujeres, aparentemente independientes, aunque someramente enlazadas. El nexo de las historias, además de que se desarrollen en lugares cercanos y se produzcan encuentros casuales, es la temática de cada una de ellas. Las situaciones son distintas, pero tienen en común la dependencia de los personajes femeninos, de sus maridos, padres o hijos. Las protagonistas se sienten atrapadas por un pasado traumático, o un presente que no les satisface, y sus relaciones afectivas, problemas de salud, o su instinto maternal, las aprisiona y las hace infelices.

El director vuelve a contar con muchas de la actrices de Cosas que diría con sólo mirarla. De nuevo Holly Hunter (por la que siento debilidad), Glenn Close, Kathy Baker y Amy Brenneman. Y también Elpidia Carrillo, que en la cinta anterior abría y cerraba el film en un papel casi testimonial, y que en Nueve vidas protagoniza la primera de las historias. Desde mi punto de vista, una de la secuencias más intensas del film, y con una buena dosis de carga metafórica, toda vez que el personaje, Sandra, está recluida en prisión y no se le permite hablar con su hija.

La novedad de esta segunda cinta está en minimizar el encuentro de la cámara con los personajes, de manera que sólo entramos en contacto con sus vidas a través de un plano secuencia de entre 10 y 15 minutos de duración. En este caso, los encuentros que se producen entre los personajes, no sirven más que para constatar que sus vidas discurren en solitario, aunque muy cerca. Y es este punto el que quizás me disguste más en la película. Se te presentan nueve historias que te ponen el corazón en un puño, y te que dan una información muy acotada de los personajes. Quizás preferiría un menor número de historias más interconectadas, a la manera de Cosas que diría con sólo mirarla. No obstante, se agracede en el director su apuesta por el riesgo y por la innovación, en un segundo film con tantos puntos en común con el primero.

Con referencias como las enumeradas anteriormente (Amores Perros, 21 gramos, Cosas que diría con sólo mirarla), está claro que no nos vamos a encontrar con nada nuevo, en cuanto a temática o estructura narrativa. Pero la película vale la pena a mi entender, y en buena medida por la labor de un conjunto de actrices expléndido, al que se añade las siempre estupendas Sissy Spacek y Robin Wright Penn. Todavía esta en un buen número de cines en Madrid, y se puede encontrar más información del film (incluso una entrevista con el director) en su página web.