Aunque Lady Gaga me parece otra mamarracha más, y de su último disco no aguanté más de 5 escuchas, esta canción, y el videoclip (que no sé lo que vino primero), me encantan (hoy por lo menos, quizás dentro de unos días lo niegue).
El videoclip es, como suele ya ser habitual en largometrajes y videoclips norteamericanos, un anuncio publicitario de larga duración. Aunque lo bueno de esto, es lo entretenido que resulta jugar a descubrir el máximo número de productos anunciados. En este caso, por raro que aparezca, no aparece ningún móvil Nokia, aunque sí un iPod, una base con altavoces para el mismo, una marca de Vodka, gafas Carrera (otro clásico)... y por ahora no he encontrado más.
Otro tema es que el videoclip me parece inspirado en la serie True Blood. Y puede que la inspiración no sea casual, y en el fondo, lo que pretende es recordarnos que habrá que esperar hasta el próximo verano para ver la tercera temporada de la serie. Aunque puede que, simplemente, el fetish está de moda, y Lady Gaga se ha convertido en su nueva abanderada.
P.D.: Recuerdo haber visto a Alexander Skarsgård (este vampiro vikingo de True Blood) en uno de los anteriores videos de Gaga. Y gracias a Google, ya se que es el video de Paparazzi...