domingo, noviembre 15, 2009

No labio.


Rescato uno de los pocos momentos hilarantes de Los Abrazos Rotos, de un Pedro Almodóvar demasiado introspectivo. Ahora que en los cines aún resuenan los éxitos de Ágora y Celda 211, donde una no tan nueva generación de cineastas ha encontrado fórmulas para atraer al público a las salas, me parece un buen momento para reivindicar a Almodóvar. ¿Será capaz de volver a escribir comedia?



Lola Dueñas merece una mención especial por ese cameo inenarrable.

1 comentario:

Gunillo dijo...

Como no he visto la peli, me resulta algo surrealista este fragmento. Lola Dueñas me gusta, transmite muchísimo...algo que Pe, como que no.