Una lástima haber sabido de la existencia de esta mujer tan tarde. Zelda Kaplan era una asidua, a sus 95 años, de toda fiesta importante que se celebrara en Nueva York. Ataviada con sus personalísimos estilismos, de inspiración africano-colorista y unas amplias gafas oscuras que recuerdan a la caricaturesca Anna Wintour, Zelda asistía en primera fila, feliz como una quinceañera, a todos los desfiles de la semana de la moda neoyorkina.
Con un pasado lejano ya de ama de casa convencional en Florida, un día decidió colgar el delantal para siempre y trasladarse a vivir a Nueva York para vivir la vida con la que siempre había soñado: ser alguien en el mundo de la moda y desarrollar su interés por la cultura africana a un tiempo. Entre sus citas, son de destacar una en la que dice que los americanos tienden a vestirse igual para no llamar la atención y que ella piensa que no deberían de aspirar a ser clones; y otra en la que dice que ella haría lo que le viniese en gana hasta que todo se acabase, y que cuando se acabase, pues se acabó, sin más dramatismos.
La HBO le dedicó un documental en 2003, "Su nombre es Zelda", que la reafirmó más si cabe como personaje atípico y vigente a pesar de ser octogonaria por entonces. Youtube contiene numerosas entrevistas a pie de calle o de pasarela con ella, y todas destacan por el entusiasmo que esta señora vivía la vida. Al parecer, no se levantaba de la cama hasta la una de la tarde, y casi todas las noches cerraba los pubs y discotecas más "in" del momento donde pululaba gente tres veces más joven -de edad- que ella.
Esta señora me parece lo más, y hasta su forma de morir, en primera fila de un desfile de su amiga Joanna Mastroianni, no es sino una celebración de la vitalidad y la rebeldía.
Soy FAN!
Eso sí, el vídeo de su fallecimiento sería poco apropiado ponerlo aquí. Os dejo con una entrevista suya de hace poco, que mola más recordarla así:
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