Ya sé que esto no es un blog de contenido excesivamente sesudo, y que la política en principio no debería de formar parte del mismo. Pues bien, voy a mandar todas esas ideas preconcebidas a la porra.
Normalmente este tema me trae bastante sin cuidado, y sólo noto que me hierve la sangre reivindicativa cuando ocurren cosas muy gordas, como lo del Prestige, que me pilló por el sur de España e hizo que me uniera a una cacerolada, cosa que tampoco te exige un gran sacrificio cuando estás haciendo la cena con 3 ollas. A todo esto, recomiendo que probéis eso de darle con la tapa a la cacerola porque quita mucho estrés y luego, cuando dejas de oir el clonc-clonc infernal provocado por ti mismo allí delante de tus propias narices, estás tan dulcemente aturdido como si te hubieras tomado tres copazos pero sin gastar nada.
A lo que iba, que como buen ejemplo de la generación X paso bastante de esos rollos. Hasta que de repente, ves semejante mamarrachada que no puedes sino pensar de nuevo en la cacerola, pero esta vez para tirársela a alguien. Y te das cuenta de que, al fin y al cabo, sigues siendo un producto de los reivindicativos años 70.
El otro día, en el periódico, los dirigentes de un partido político X (esto ya parece que se pone porno, pero no) sugirieron que las muñecas parlantes que se vendan en Galicia tendrán que hablar gallego. Así como suena. Porque tú lo vales. Por encima del cadáver de Mattel.
Pero desglosemos la información, a ver si así entendemos esto:
1) ¿Qué es exactamente una muñeca parlante? ¿Una réplica de la niña del exorcista? ¿Anne Igartiburu? ¿Marujita Díaz? ¿Importa lo que digan? Porque ya me dirás qué va a decir una muñeca parlante...
2) ¿Para qué sirve una muñeca parlante? ¿Es profe de gallego? ¿O quizá imparte literatura española? ¿También hace de baby-sitter? ¿Hace preguntas chungas del tipo “por qué”?
3) ¿Las muñecas parlantes las hacen en China? ¿Habrá que enseñar primero gallego a los chinos o acaso Zara o en su defecto Pescanova va a abrir una tienda especializada en la venta de muñecas parlantes que hablen gallego? ¿Cómo se va a llamar esa tienda? ¿Muñeskha? ¿Muñ and Bear? Suena fatal…
4) ¿Sólo se van a vender muñecas parlantes que hablen en gallego? ¿Habrá que hacer objeción de conciencia para que te den la muñeca que hable castellano o español o como se llame esa lengua tan poco fashion? ¿O habrá que ir a Castilla-León a por ella? ¿O las de Castilla-León hablarán Leonés? ¿Habrá que ir a Venezuela a comprarlas? ¿Habrá mercado negro? ¿Me haré rico traficando con muñecas que hablen español resién llhegadas de Panamá?
5) ¿Qué pasa si la muñeca parlante se queda muda? ¿Y si se va de casa? ¿¿¿Y si (horror) emigra, como buena gallega quinientoseurista, y no la entiende ni dios???
Todas estas observaciones probablemente no procedan, porque el sesudo estudio previo realizado por el partido político en cuestión ya las habrá contemplado, concluyendo que tal propuesta es una gran prioridad para el ciudadano medio, un tema de alcance al que los mejores cerebros del gobierno han de dedicarse en cuerpo y alma, y, en definitiva, un asunto de gabinete de gobierno.
De todos modos, desde aquí, ya vamos sugiriendo ideas complementarias para este plan de galleguización de la muñeca de hoy en día. Proponemos:
1) La Barbie Mariscadora, muy grunge, y un poco radical. Tonos de maquillaje negros y zapatos vintage, a poder ser, zuecos.
2) La Nancy Muiñeira, con sus tonos-politonos de “Hey, carballeira”.
3) La Bratz Star-Poeta, que sirve para todo: llorar, dar discursos, presentar programas en la tele autonómica…
4) La Barbie Repollo, con su línea de aparejos de labranza a la última.
5) La Barriguitas bipartitas, preparada para el bilingüismo en cualquier ocasión.
6) El Furby de Montealto, un poco revoltoso y equipado con todos sus accesorios de surfeiro dominguero.
7) La Pantoja de Caranza, que canta por peteneras pero en gallego, por descontado.
8) El Ken de Samil, un poco chulo de playa, ataviado con su bañador fardahuevos y pareo metrosexual. Pareja de la Barbie Mariscadora.
Desde aquí ofrecemos apoyo y marketing a esta propuesta que nos parece de tan vital importancia para el desarrollo correcto de la comunidad autónoma y sus ciudadanos. También nos parece superimportante el tema del cambio de la hora para equipararnos a Canarias, porque un reloj biológico es un reloj biológico, y si no que se lo digan a Ana Obregón, ¿no?
Desde aquí mi más sincera felicitación por esta talentosa aportación.
Normalmente este tema me trae bastante sin cuidado, y sólo noto que me hierve la sangre reivindicativa cuando ocurren cosas muy gordas, como lo del Prestige, que me pilló por el sur de España e hizo que me uniera a una cacerolada, cosa que tampoco te exige un gran sacrificio cuando estás haciendo la cena con 3 ollas. A todo esto, recomiendo que probéis eso de darle con la tapa a la cacerola porque quita mucho estrés y luego, cuando dejas de oir el clonc-clonc infernal provocado por ti mismo allí delante de tus propias narices, estás tan dulcemente aturdido como si te hubieras tomado tres copazos pero sin gastar nada.
A lo que iba, que como buen ejemplo de la generación X paso bastante de esos rollos. Hasta que de repente, ves semejante mamarrachada que no puedes sino pensar de nuevo en la cacerola, pero esta vez para tirársela a alguien. Y te das cuenta de que, al fin y al cabo, sigues siendo un producto de los reivindicativos años 70.
El otro día, en el periódico, los dirigentes de un partido político X (esto ya parece que se pone porno, pero no) sugirieron que las muñecas parlantes que se vendan en Galicia tendrán que hablar gallego. Así como suena. Porque tú lo vales. Por encima del cadáver de Mattel.
Pero desglosemos la información, a ver si así entendemos esto:
1) ¿Qué es exactamente una muñeca parlante? ¿Una réplica de la niña del exorcista? ¿Anne Igartiburu? ¿Marujita Díaz? ¿Importa lo que digan? Porque ya me dirás qué va a decir una muñeca parlante...
2) ¿Para qué sirve una muñeca parlante? ¿Es profe de gallego? ¿O quizá imparte literatura española? ¿También hace de baby-sitter? ¿Hace preguntas chungas del tipo “por qué”?
3) ¿Las muñecas parlantes las hacen en China? ¿Habrá que enseñar primero gallego a los chinos o acaso Zara o en su defecto Pescanova va a abrir una tienda especializada en la venta de muñecas parlantes que hablen gallego? ¿Cómo se va a llamar esa tienda? ¿Muñeskha? ¿Muñ and Bear? Suena fatal…
4) ¿Sólo se van a vender muñecas parlantes que hablen en gallego? ¿Habrá que hacer objeción de conciencia para que te den la muñeca que hable castellano o español o como se llame esa lengua tan poco fashion? ¿O habrá que ir a Castilla-León a por ella? ¿O las de Castilla-León hablarán Leonés? ¿Habrá que ir a Venezuela a comprarlas? ¿Habrá mercado negro? ¿Me haré rico traficando con muñecas que hablen español resién llhegadas de Panamá?
5) ¿Qué pasa si la muñeca parlante se queda muda? ¿Y si se va de casa? ¿¿¿Y si (horror) emigra, como buena gallega quinientoseurista, y no la entiende ni dios???
Todas estas observaciones probablemente no procedan, porque el sesudo estudio previo realizado por el partido político en cuestión ya las habrá contemplado, concluyendo que tal propuesta es una gran prioridad para el ciudadano medio, un tema de alcance al que los mejores cerebros del gobierno han de dedicarse en cuerpo y alma, y, en definitiva, un asunto de gabinete de gobierno.
De todos modos, desde aquí, ya vamos sugiriendo ideas complementarias para este plan de galleguización de la muñeca de hoy en día. Proponemos:
1) La Barbie Mariscadora, muy grunge, y un poco radical. Tonos de maquillaje negros y zapatos vintage, a poder ser, zuecos.
2) La Nancy Muiñeira, con sus tonos-politonos de “Hey, carballeira”.
3) La Bratz Star-Poeta, que sirve para todo: llorar, dar discursos, presentar programas en la tele autonómica…
4) La Barbie Repollo, con su línea de aparejos de labranza a la última.
5) La Barriguitas bipartitas, preparada para el bilingüismo en cualquier ocasión.
6) El Furby de Montealto, un poco revoltoso y equipado con todos sus accesorios de surfeiro dominguero.
7) La Pantoja de Caranza, que canta por peteneras pero en gallego, por descontado.
8) El Ken de Samil, un poco chulo de playa, ataviado con su bañador fardahuevos y pareo metrosexual. Pareja de la Barbie Mariscadora.
Desde aquí ofrecemos apoyo y marketing a esta propuesta que nos parece de tan vital importancia para el desarrollo correcto de la comunidad autónoma y sus ciudadanos. También nos parece superimportante el tema del cambio de la hora para equipararnos a Canarias, porque un reloj biológico es un reloj biológico, y si no que se lo digan a Ana Obregón, ¿no?
Desde aquí mi más sincera felicitación por esta talentosa aportación.
4 comentarios:
Me he quedado sin palabras...
¿Me he pasado? Es que estoy revenío con lo de la rodilla... Tú ya sabes que puedes censurarme.
Yo es que para algunas cosas soy un poco integrista. Y si la Barbie habla castellano, y seguro que ya habla catalá, pues que aprenda galego la tipa!
Ja, ja, ja, me encanta el comentario. Si me parece bien que aprenda galego, pero no que eso sea un asunto de portada.
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