martes, junio 19, 2007

Frágil de Juanma Bajo Ulloa

Película de pulsión moderna por tono y manera de filmar pero de irresistible espíritu romántico. Historia de una sensibilidad excéntrica y extrema, que mezcla obsesiones contemporáneas como el culto a la belleza o a la fama con arquetipos clásicos como príncipes azules o supuestas cenicientas.

Inteligente plasmación de situaciones cotidianas planteadas desde la locura de la soledad, la ambición desmedida, el éxito y sus peligros, el desequilibrio, el amor loco, la muerte y la mentira. Todo se va ordenando en forma de cuento ingenuo y malintencionado que convierte a la fantasía en motor y a la realidad en algo ficticio.

Perfectamente estructurada sobre diálogos brillantes que dejan entrever toda esta complejidad, con escenas sobrecogedoras llenas de matices y emotividad, Frágil nos cuenta una historia con una voz manipulada y unas maneras inéditas, donde la ambientación y recreación de atmósferas realza la elegancia de las imágenes.

En todo momento, sorteando la incoherencia, navegan personajes misteriosos e intensos, en continuo tránsito, actores y actrices en estado de gracia en fotogenia y talento, especialmente la pareja protagonista que despide fuego en cada frase.

Impresionante. Tanto es así que, con todo lo que me gusta el coloquio de su majestad Cayetana, hoy sobraba.

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