La descubrí cuando yo estudiaba tercero de BUP y pasaba las mañanas de los domingos apostado frente al televisor tragando un infumable programa de música de Telecinco, La Quinta Marcha, donde compartía labores de presentación con Jesús Vázquez. Una chica de belleza racial y dotes nulas como presentadora que, aun así, traspasaba la pantalla con su mirada y su actitud corporal. Malísima como presentadora, sí, pero ¿no sería por exigencias del guión o de los productores del show que le habían dicho que se comportase como una Lolita descerebrada de barrio?
Una vez un tal Guillermo, compañero de clase tremendamente peludo, hormonalmente descontrolado y con una belleza lasciva, me preguntó, curioso, qué tía famosa me ponía cachondo. No pensé la respuesta, vino a mí de golpe como si fuera escritura automática, y mis adolescentes labios pronunciaron: Penélope Cruz. “Me ponen sus labios y sus tetas”. Hasta entonces, ni se me había pasado por la cabeza. No sé si esa cara tan rara, un ojo aquí y un diente allá, o el cuerpecillo de gitana, mujer a medio terminar…
Al poco tiempo, en Fotogramas comenzaron a referirse a su debut como actriz (¿actriz ésa?) en El Laberinto Griego, en la serie rosa de la segunda cadena (un papel magnífico) y a su gran primer personaje en Jamón, Jamón. Comentaban que Bigas Luna, famoso por su deshinibición temática y atrevimiento formal, alucinaba con la chica de Alcobendas, y entonces yo arrastré a mi mejor amigo (fino y francés, le horrorizaba el tema Jamón Jamón) al cine a ver aquel invento.
Salí completamente boquiabierto de la sala, Penélope Cruz me había resultado tan creíble y tan seria como actriz, tan convincente, que no daba crédito. Del cine español de entonces, me parecía a la altura de Carmen Maura o Victoria Abril, y con sólo una película, prácticamente. En ese momento le dije a mi amigo que a esa chica la iban a nominar algún día para el Oscar, y él se carcajeó profusamente. El pobre estaba en estado de shock, porque en su opinión Jamón, Jamón era el anticine, aunque reconoció que le había gustado Penélope.
De ahí en adelante no hubo película suya que me perdiera; estuvo magnífica en Todo es Mentira, Brujas, Per Amore Solo Per Amore o Belle Époque en su primera etapa. No entendí muy bien por qué no daba el salto a Hollywood con su insultante belleza en aquel momento, pero luego me di cuenta de que su inglés era bastante deficiente. Le dieron su primer Goya por la Niña de tus Ojos, y entonces, vino la debacle.
La etapa americana, del brazo de Tom Cruise, no dio todos los frutos que de ella se esperaba, y los medios españoles la pusieron a caldo gratuitamente. Todo el mundo prefería a Nicole Kidman (odiosa) y opinaba que Penélope era una mendruga pseudobudista incapaz de actuar. Era difícil defender a Penélope en aquel momento por aquella animadversión tan masiva que despertaba, tan repentina como injustificada.
A pesar de que creo que Almodóvar no la dirige todo lo bien que nos quieren hacer ver, le ha brindado un papel que ha hecho suyo. Raimunda. Una mujer más fea que Penélope, mayor que ella, más gris, más amargada, más de pueblo… Pero la ha hecho suya luchando contra todo eso, transmitiendo todo lo que requería tan difícil personaje, en gestos, en voz, en contención, en una mirada herida…y la han nominado. Ole por ella, aunque en mi opinión, deberían haberle dado el Oscar ya dos o tres veces.
Una vez un tal Guillermo, compañero de clase tremendamente peludo, hormonalmente descontrolado y con una belleza lasciva, me preguntó, curioso, qué tía famosa me ponía cachondo. No pensé la respuesta, vino a mí de golpe como si fuera escritura automática, y mis adolescentes labios pronunciaron: Penélope Cruz. “Me ponen sus labios y sus tetas”. Hasta entonces, ni se me había pasado por la cabeza. No sé si esa cara tan rara, un ojo aquí y un diente allá, o el cuerpecillo de gitana, mujer a medio terminar…
Al poco tiempo, en Fotogramas comenzaron a referirse a su debut como actriz (¿actriz ésa?) en El Laberinto Griego, en la serie rosa de la segunda cadena (un papel magnífico) y a su gran primer personaje en Jamón, Jamón. Comentaban que Bigas Luna, famoso por su deshinibición temática y atrevimiento formal, alucinaba con la chica de Alcobendas, y entonces yo arrastré a mi mejor amigo (fino y francés, le horrorizaba el tema Jamón Jamón) al cine a ver aquel invento.
Salí completamente boquiabierto de la sala, Penélope Cruz me había resultado tan creíble y tan seria como actriz, tan convincente, que no daba crédito. Del cine español de entonces, me parecía a la altura de Carmen Maura o Victoria Abril, y con sólo una película, prácticamente. En ese momento le dije a mi amigo que a esa chica la iban a nominar algún día para el Oscar, y él se carcajeó profusamente. El pobre estaba en estado de shock, porque en su opinión Jamón, Jamón era el anticine, aunque reconoció que le había gustado Penélope.
De ahí en adelante no hubo película suya que me perdiera; estuvo magnífica en Todo es Mentira, Brujas, Per Amore Solo Per Amore o Belle Époque en su primera etapa. No entendí muy bien por qué no daba el salto a Hollywood con su insultante belleza en aquel momento, pero luego me di cuenta de que su inglés era bastante deficiente. Le dieron su primer Goya por la Niña de tus Ojos, y entonces, vino la debacle.
La etapa americana, del brazo de Tom Cruise, no dio todos los frutos que de ella se esperaba, y los medios españoles la pusieron a caldo gratuitamente. Todo el mundo prefería a Nicole Kidman (odiosa) y opinaba que Penélope era una mendruga pseudobudista incapaz de actuar. Era difícil defender a Penélope en aquel momento por aquella animadversión tan masiva que despertaba, tan repentina como injustificada.
A pesar de que creo que Almodóvar no la dirige todo lo bien que nos quieren hacer ver, le ha brindado un papel que ha hecho suyo. Raimunda. Una mujer más fea que Penélope, mayor que ella, más gris, más amargada, más de pueblo… Pero la ha hecho suya luchando contra todo eso, transmitiendo todo lo que requería tan difícil personaje, en gestos, en voz, en contención, en una mirada herida…y la han nominado. Ole por ella, aunque en mi opinión, deberían haberle dado el Oscar ya dos o tres veces.
Supongo que se debe a la fuerza del destino...
3 comentarios:
La Pene ha tenido muy mala suerte en el cine americano: proyectos con muy buena pinta que luego na' de na'. Y muy mala baba aquí en España, que le tenían unas ganas...
Para mí está eXtupenda en "Jamón, jamón", "Belle epoque", "Alegre ma non troppo", "Abre los ojos", "El amor perjudica...", "Carne trémula", "La niña de tus ojos", "Todo sobre mi madre", "Blow" y "Volver". Todavía no la he visto en "No te muevas".
Talifán me declaro y me alegro por su nominación.
poderío, cómo se notan cuáles son tus debilidades... Ayer vi 'Jamón, jamón' porque la gripe me obligó a quedarme en casa. Y me quedé boquiabierto, pero no por el talento interpretativo de la Pe, sino por los otros talentos del Bardem.
tb97, ya me había olvidado de que la Pe sale en 'Carne trémula'. Aunque su papel es más bien anecdótico, ¿no?
Cierto que la Pene sale poco en "Carne trémula" (sólo al principio en la secuencia del parto en el autobús con la Bardem), pero la cabrona está alucinante, y poca gente se la imaginaba dando el pego en tal papel.
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